lunes, 7 de noviembre de 2016

SISTEMA CAPRINO SEGÚN EL ÁREA GEOGRAFICA

Provincia del Chaco
Chaco es una provincia en la cual el sector caprino está presente, teniendo un lugar preponderante respecto a sus provincias vecinas, tales como Misiones, Formosa y Corrientes.
A marzo de 2010, la provincia tiene 342.457 cabezas de ganado caprino, con alrededor de 7.500 productores que se dedican a la cría y explotación de caprinos. El ganado caprino tiene un rol importante en ciertas regiones de menor potencial productivo. De ahí que los niveles de productividad suelen ser bajos.
En general, los cabritos producidos en la provincia tienen como destino mercados extra regionales (venta de ganado en pie), pero en los últimos años se instrumentaron planes provinciales que permitieron faenar la producción localmente y destinar el producto tanto a mercados de la provincia como de otras partes del país. 
El gobierno de la provincia da apoyo al sector a través de un “Plan Caprino Provincial” y del
“Proyecto Ganadero del Noroeste Chaqueño”, que contempla la entrega de maquinarias
tecnificadas y de capacitación así como también asistencia técnica a los productores. Un dato de relevancia que ilustra la situación del sector caprino en la provincia es que la mayor  parte de las cabras utilizadas son criollas y cruzas de mala calidad. Por ello, el Ministerio de Producción y Ambiente estableció un convenio con el PROSAP a fin de comprar 1.500 reproductores Böer de primera categoría. Paralelamente, a través de los trabajos de concienciación sobre la importancia de una siembra de pasto acorde a la zona, el Ministerio logró incorporar a Villa Berthet, Villa Ángela y
Machagai al complejo de producción de caprinos de la provincia. El objetivo de las acciones estratégicas es incentivar la producción a gran escala para poder, no sólo abastecer al mercado
local, sino también comercializar la producción chaqueña en otros mercados del país. Para ello,
se trabajará con técnicas de avanzada como la genética, las aguadas, las pasturas, la suplementación estratégica y bajo un plan coordinado con los productores que permita superar las debilidades y optimizar las fortalezas.
En la provincia del Chaco, el incipiente desarrollo de la actividad de producción de leche y quesos de cabra de tipo industrial es el resultado de acciones de política del gobierno provincial destinadas a atender las necesidades del campesinado de la zona del noroeste de la provincia. El gobierno provincial ha llevado adelante diferentes obras para estimular el desarrollo de emprendimiento cooperativos.
En lo que respecta al circuito comercial de la producción caprina, hay que mejorar la logística  de recolección y pago al contado. El problema es que la recolección, si se hace puesto por puesto, es muy onerosa, dado que hay que recorrer 1.000 km para recolectar 200 o 300 animales, y después la carga que se transporta tiene menos valor que el combustible. Desde el gobierno se están instalando Centros de Desarrollo Productivo, en los cuales hay un veterinario y responsables técnicos que dan asesoramiento, acopian a los caprinos, pero todavía no están cumpliendo con su potencial en términos de funcionamiento. Uno de los mayores problemas identificados se refiere al tema de la comercialización, el cual, en primer momento, era visto por el gobierno como un problema propio de los productores que tenían que resolver por sus propios medios, pero luego se han percatado de que el
gobierno debe intervenir y dar apoyo en términos de comercialización para potenciar al sector.
Los productores no tienen capacidad de organización. Existen entre 40 y 100 productores por asociación pero no toman iniciativas para trabajar en conjunto, por lo que el incentivo debe ser implantado desde fuera.
Otro problema reside en la venta del cabrito al frigorífico. El precio del cabrito que paga el frigorífico es muy bajo en comparación con lo que pagan otros compradores de otras provincias que vienen y lo compran en forma directa. El cabrito se categoriza y, en función del peso, se vende al valor que tenga. El productor tendía a vender más a otros compradores, provenientes sobre todo de las provincias de Santiago del Estero, Córdoba y ahora también Buenos Aires (desde la localidad de Ayacucho), que al frigorífico. Actualmente, el frigorífico está pagando mejor precio. Sin embargo, se deben realizar acciones para que el cabrito llegue más engordado y es necesario potenciar el vínculo entre el productor y el frigorífico, ya que no hay enlace ni continuidad entre ellos.
En la provincia de Chaco, mediante el programa del gobierno hay una producción asegurada que se vende a escuelas, cárceles y organizaciones del lugar. Los productores locales venden en sus propias localidades, sin facturación y en un volumen que sólo cubre una demanda selectiva y que deja muchos animales en los campos como improductivos (capones, cabras de refuto, chivitos, etc.), porque los mercados sólo compran el cabrito mamón de hasta 14 kg. Vivo. Otro tema que se debería abordar seriamente es la exportación de los productos derivados del caprino, sobre todo si se tiene en cuenta el precio de los productos cárneos tradicionales.
Más allá de las mencionadas, se han identificado otras necesidades a fin de mejorar la productividad del sector caprino en la provincia:
 Mejorar la infraestructura productiva, ya que no hay agua, a veces ni siquiera para el consumo personal, y en muchos lugares no corre agua subterránea. Los productores tienen el pozo, la perforación o la represa, pero les falta un sistema de aprovechamiento y distribución de agua para la haciendo y para su consumo.
 Alimentación adecuada durante todo el año: se debe procurar que el cabrito esté mejor terminado. Los productores no tienen un sistema de producción de forraje que les permita superar las épocas de escasez, ya sea a través de la clausura de un piquete o de la producción de algún suplemento (maíz, sorgo).
 Infraestructura predial: establecimiento de botiquines sanitarios comunitarios, cuidado de las pasturas.
 Fortalecer organizaciones locales.
 Capacitación en sanidad, manejo de pastura, alimentación, etc.
La principal limitante para el funcionamiento del negocio a nivel local es la falta de oferta debido especialmente a su difícil acceso y a la cultura de los productores. El frigorífico de Pampa del Infierno tiene una capacidad potencial de faena de 600 cabezas al día, y en el mejor de los días se están faenando 200 cabezas, dos veces a la semana, es decir que existe una capacidad ociosa altísima.
El recorrido para la recolección de chivos en el Chaco, en el Impenetrable, suele llevar tres días. Se recogen entre cuatro y cinco cabezas por productor. Cada chacra está a una distancia de 5 o 10 km de la otra, por lo que juntar 60 chivos lleva tres días de trabajo.

Hubo distintos intentos de aumentar la oferta a través de la utilización de mecanismos de genética, pero la real limitante a la mejora de la productividad es la falta de comida y el clima extremo que preponderan en el Chaco.

Provincia de Córdoba
La producción caprina adquiere una importancia fundamental en la economía de la provincia
de Córdoba, ya que se extiende por todo el Norte y Oeste provincial, e incluye dieciséis departamentos. La producción se da desde el tiempo de los primeros asentamientos, por lo cual se encuentra altamenta arraigada en la cultura local y en las actividades económicas familiares. En el Norte y Oeste de la provincia hay una cantidad de familias que viven en situación de alta vulnerabilidad y éstas cuentan con la actividad caprina para lograr su subsistencia.
En la provincia de Córdoba, a marzo de 2010, se explotan 135.408 cabezas de ganado caprino y existen alrededor de 6.000 productores. Allí la actividad se reconoce como complementaria de la explotación de ganado bovino. De acuerdo al Censo Nacional Agropecuario de 2002, existe una superficie agropecuaria en la provincia de 12.244.258 has., de las cuales se están explotando actualmente para la producción caprina 1.062.117 has., es decir, el 8,67% del total.
Del total de la explotación se conoce que “el 84% de los rebaños está en poder de pequeños productores minifundistas, de escasos recursos y bajo nivel de tecnificación, cuya principal fuente de ingresos proviene del trabajo en la explotación”18. El bajo nivel de tecnificación lleva a que existan condiciones de infraestructura muy precarias para el desarrollo de la actividad, así como también desconocimiento o mala utilización de prácticas de manejo del ganado.
En cuanto a la modalidad de producción, se puede observar que se trata mayormente de pequeños productores, ya que el 85% de la producción se da en campos de hasta 500 has., siendo el promedio de la superficie productiva es de 361,39 has. Por otra parte, el número de cabezas producidas por hato es bajo, siendo el promedio 60 cabezas.
Se dan dos tipos de producción importante, a saber: carne y leche, con sus subproductos. La actividad lechera es de reciente desarrollo, habiéndose producido distintos tipos de quesos, así como otros subproductos, tales como el yogurt y el dulce de leche. A pesar de que las mayores productoras caprinas a nivel nacional son las provincias de Santiago del Estero, Neuquén y Mendoza, en Córdoba se concentra la mayor cantidad de frigoríficos habilitados y en funcionamiento. Se faena en un 100% cabrito mamón. Se pueden mencionar dos tipos de frigoríficos en la provincia de Córdoba. Por un lado, frigoríficos habilitados que faenan entre 30.000 y 50.000 cabezas al año, compran animales en la provincia y la región pero también en zonas más lejanas (como Mendoza) y venden la mayor parte de su producción fuera de la provincia, los cuales tienen una importante capacidad ociosa. Por otro lado, frigoríficos no habilitados o con habilitación provincial que faenan entre 5.000 y 15.000 cabezas. En general, compran todos los animales en Córdoba y zonas cercanas, y venden su producción dentro de la provincia. La suma de la faena de los frigoríficos, tanto habilitados como no habilitados, es de 185.000 cabezas por año, lo que ya supera en un 150% a la aportada por los datos oficiales. Esto es una prueba de que los canales de comercialización son poco transparentes, existiendo más de un 50% de comercialización en negro. La faena se realiza fundamentalmente a través de cuatro plantas industriales localizadas en los departamentos de Colón, Cruz del Eje, Deán Funes y Villa Dolores.
En lo que respecta a la exportación, sólo uno de los frigoríficos está apto para realizar este tipo de operaciones, aunque termina no concretándolas debido a que no posee los volúmenes de faena suficientes, y además porque los precios domésticos resultan más atractivos que los precios de exportación.
En los últimos años, y especialmente a partir de experiencias piloto promovidas por las agencias zonales del INTA, la Agencia Córdoba Ciencia y otras instituciones en la provincia de Córdoba, algunas explotaciones agropecuarias provinciales han instaurado un sistema productivo mixto, que combina la cría de cabrito para la venta y la lechería caprina. Si bien en el noroeste de la provincia se han organizado algunos circuitos de recolección de leche alrededor de plantas de procesamiento, los pequeños productores caprinos enfrentan dificultades logísticas para participar de estas experiencias. Otras deficiencias de corte general que afectan al desarrollo de la actividad en la provincia son
 el manejo alimenticio: sobrepastoreo y la baja utilización de recursos forrajeros sumplementarios y complementarios.     
 el manejo reproductivo: bajos índices de preñez y destete por falta de estacionamiento de los servicios, servicios no controlados, encaste prematuro de cabrillonas de reemplazo, inadecuada reposición de reproductores, incidencia de enfermedades de la reproducción,
 el manejo sanitario: inexistencia de un plan sanitario oficial caprino,
 nivel genético: por el ecotipo criollo predominante en la región, lo cual lleva también a una elevada pérdida de producción por muerte de animales jóvenes
 fragilidad y degradación del ecosistema productivo,
 falta de normas de calidad
El mercado consumidor de los productos derivados del caprino en Córdoba es de difícil acceso para los pequeños productores y de baja constancia dada la estacionalidad de los productos así como la insuficiente escala productiva. Por ello, el producto es destinado a autoconsumo o se vende en las inmediaciones de la zona a acopiadores locales (alta intermediación). Se estima que se comercializa un 70% de la producción caprina, dado que el resto se destina a autoconsumo y a la reposición de cabras hembras. La comercialización se da en los siguientes canales conocidos: al Ministerio de Salud para planes de entrega de leche gratuita a pacientes de hospitales provinciales, a municipalidades que la ponen a disposición de los pacientes en los dispensarios locales, así como también a farmacias, dietéticas e hipermercados. Asimismo, desde hace algunos años un porcentaje de la producción (3%) se destina anualmente a campañas de venta coordinadas por la denominada "Red de comercio justo".
El gobierno de la provincia de Córdoba lleva adelante desde 1999 el “Programa Caprino Provincial” que tiene como fin la incorporación de tecnologías avanzadas que agreguen valor a la producción para beneficiar sobre todo al norte y noroeste de la provincia a través del apoyo técnico y financiero para facilitar el desarrollo productivo. Se pretende desde el sector público articular distintos programas y entidades que atienden al sector por medio de la Mesa Caprina y Ovina provincial. Entre otras actividades, el Plan Caprino Provincial ha derivado en la instalación de dos plantas elaboradoras de leche en las localidades de Rayo Cortado y San José en el marco de un convenio con la región italiana del Piemonte, que cofinancia los proyectos, para producir leche larga vida, y quesos y dulce de leche. Las plantas fueron inauguradas los años 2002 y el 2003, y cuentan con una capacidad de procesamiento de 1000 litros/diarios cada una.
Otra experiencia para mencionar en el marco de la producción de leche caprina es el "Proyecto de Leche Caprina" (LECHECAP) de la Cooperativa de Productores Capricultores del Valle de Punilla Ltda. (COOPCAP) fundada en el año 2000. El objetivo de este proyecto "es propiciar las condiciones roductivas, tecnológicas y comerciales para la constitución de una cuenca de leche caprina”.
Asimismo, programas como “Cambio Rural” y “Programa Social Agropecuario” también contribuyen a la evolución del sector a través de la capacitación de pequeños productores y de la incorporación de la producción de leche junto a la de carne. Estos programas han dado sus frutos, puesto que en algunas localidades de la provincia, por ejemplo: “en el Departamento  Punilla, “El Perchel” y “Puesto Viejo” crearon la Cooperativa de productores Caprinos del Valle de Punilla, que provee a la ciudad de Córdoba y a otras ciudades del país, de nueve tipos de quesos, leche en polvo y condensada y dulce de leche, habiendo firmado recientemente un convenio para destinar 1.400 litros diarios de leche para la fabricación de leche en polvo con destino a Medio Oriente”


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